
En primera personaPor Perez Artaso Ariana."ESCORIA somos un poco todos.Miralos, mirame, mirate".José María MuscariBusqué en el diccionario la palabra “bizarro”, porque creo que es un término que está de moda, y la moda hace que los sentidos se desvirtúen. Para mi sorpresa, la Real Academia Española lo define como “generoso, lucido, espléndido” o “esforzado, valiente”. Entonces sí, si esto quiere decir bizarro, puedo decir con soltura de palabra y convicción que Escoria –El lado B de la Fama-, la nueva propuesta de Muscari, es una obra completa y absolutamente bizarra.Generosa porque da, sin escatimar en colores ni en gestos, sin vergüenza al ridículo, con la sinceridad que tienen aquellos a los que ya no les importa tanto lo que pueda pasar –lo que pasó, parece ser más terrible-.Lucido y espléndido porque es una obra que está de fiesta. Y dentro de este festejo las imposturas se caen y los brillitos de las estrellas se destiñen, pero no por eso se vuelven opacos.Esforzado y valiente porque nos habla de lo que pasa cuando hacer lo que te gusta se termina. Porque cuenta que detrás de los figurines de revistas, telenovelas o programas para chicos hay personas que se pintan y se peinan de forma que nos parecen eternos, divinos y diferentes, pero que resultan permeables al paso del tiempo, que arranca de un solo tirón a lo que deja de ser novedad.Escoria es la historia de un grupo de actores y seres del espectáculo que alguna vez fueron maravillosos. Estos se reúnen para colgar banderines de colores y comer chicitos,celebrando el cumpleaños de un productor televisivo: el mismísimo Escoria, posible ángel salvador o puente de regreso del olvido.Pero Escoria es solo una excusa. Lo que presenciamos es la fiesta de la catarsis, la danza de lo pasado musicalizada por una banda de fantasmas. A Paola Paini la veía en Ricos y Famosos, y después la vi en otras novelas. Cuando fui a ver Escoria ella me sirvió un vasito de gaseosa con un rulero en el flequillo. Y creo que nunca la vi más linda.Osvaldo Guidi ganó un Martín Fierro por un papel secundario en Celeste. ¡Osvaldo Guidi me regaló una foto suya! Y además, me dejó elegirla: tenía con pelo largo y corto. Yo elegí con pelo largo, por supuesto.Julieta Magaña cantó su Batalla del Movimiento, pero también Yesterday, y me hizo llorar. Y daba gracia llorar en el medio de esa locura. Locura conmovedora; efectiva combinación.Marikena Riera, además de ser actriz, resultó ser un pájaro. Gogó Rojo hizo numerito de revista y todo. Héctor Fernández Rubio volvió a ser Efraín y Cristina Tejedor a ser gitana.Noemí Alan hizo su descargo e intentó exorcizarse de una gorra, Willy Ruano nos recordó que hubo una vez una Operación Jaja y una mejor Peluquería de Don Mateo. Finalmente, Liliana Bernard hizo justicia y barrió la escoria.Y si me permití escribir esta reseña en primera persona, es porque creo que de eso va la obra. Cada personaje es lo que es –o aparenta serlo-, al unísono con la pantallita de televisión que, de fondo, nos señala que es ella la que manda en ciertos planos de la vida.
Por suerte existen otros, y en el Teatro del Pueblo se los puede ver a ellos: actores frágiles y sensibles, en ese cambalache al que llamaron Escoria.
Dónde: Teatro del Pueblo. Av. Roque Sáenz Peña 943
Cuándo: Sábado - 21:00 hs y 23:00 hs - Hasta el 15/12/2009
Cuánto: $ 30,00 y $ 20,00
Ficha Técnica:
Dramaturgia y Dirección: José María MuscariActuan: Noemí Alan, Liliana Benard, Héctor Fernández Rubio, Osvaldo Guidi, Julieta Magaña, Paola Papini, Marikena Riera, Gogó Rojo, Willy Ruano, Cristina Tejedor
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